25 de septiembre de 2022
Señor Director:
Mi hijo es autista y está próximo a cumplir cuatro años. Llevo dos semanas en Estados Unidos, precisamente, para lograr obtener que mi hijo tenga acceso a educación y terapias en entornos seguros que le permitan, al igual que a todos los niños, el mismo acceso y oportunidades en los programas, servicios y actividades académicas, extracurriculares y de otro tipo de apoyo educativo y formativo.
No tuvimos otra alternativa al no ser aceptados en ningún colegio para optar a prekínder para 2023, salvo una excepción y en que los lazos de amistad permitían dicha chance.
Nosotros hemos podido hacer este giro de vida e irnos de Chile, pero son cientos de familias las que no encuentran las cosas más básicas para sus hijos, como ser aceptados sin condiciones para ser educados y acceso a terapias de calidad y por profesionales realmente capacitados, ya que estas son de un altísimo valor.
Agradezco que este tema se haya tocado en estas páginas, pero acá no hay tiempo que perder, ya que la atención es hoy y no para un año más. Empezar el análisis y difusión que señala el doctor Paris es poco alentador, en atención a que otros países ya protegen la dignidad de estos niños y sus familias, por lo que es hora de que se comience a actuar en forma concreta, ya que es la única forma real en que los niños de mi país crezcan y se desarrollen felices.
MICHELE DAROCH